La Hemofilia es un trastorno hemorrágico donde la coagulación de la sangre está alterada. Las personas que sufren esta enfermedad sangran durante un periodo más largo de tiempo.
Esta patología implica la falta o deficiencia de factores de coagulación, elementos que, junto con las plaquetas, se encargan de taponar la lesión de los vasos sanguíneos y reducir el sangrado.
CAUSAS
En el momento en el que alguna parte del cuerpo sangra, se producen determinadas reacciones que ayudan a la formación de coágulos y que, de esta manera, pueda cesar el sangrado. En este proceso participan proteínas que se denominan factores de coagulación, elementos que se presentan con una cantidad deficiente en el organismo de las personas con Hemofilia.
En términos generales, la Hemofilia es hereditaria, es decir, que esta afección puede transmitirse de padres a hijos a través de los genes.
En pocas ocasiones, la Hemofilia se presenta como trastorno adquirido y esto sucede cuando el cuerpo genera anticuerpos que atacan los factores de coagulación de la sangre e impiden que realicen su función.
SÍNTOMAS
El síntoma principal de la Hemofilia es el sangrado incesante durante un plazo amplio de tiempo, pero en los casos más leves no se advierten signos de padecer la enfermedad hasta que el paciente se somete a una cirugía o sufre un traumatismo.
En los casos más graves se puede presentar sangrado sin ninguna causa aparente y, también, hemorragias internas, especialmente en las rodillas, los tobillos y los codos. En algunas ocasiones, este sangrado puede lesionar órganos o tejidos internos.
PREVENCIÓN
En los casos en los que la Hemofilia es hereditaria, es difícil prevenirla ya que es una afección que tiene su origen en la genética.
Ppara prevenir sangrados excesivos en las personas hemofílicas es necesario que eviten las hemorragias o que las atajen de forma precoz. En el caso de que sean graves, es prioritario que el paciente reciba tratamiento de un especialista.
Además, debe fomentarse el ejercicio cotidiano, evitando el deporte de contacto, y la alimentación saludable.
TRATAMIENTOS
El tratamiento de esta patología consiste en reponer el factor de coagulación que falte a través de terapia intravenosa.
Es importante que el paciente informe al cirujano de que padece esta enfermedad antes de realizarse una cirugía y, sobre todo, al entorno familiar y social para extremar de esta manera las medidas de cuidado.
Fuente: www.cuidateplus.com